El Gobierno de México elevó a alerta sanitaria nacional las acciones para contener la propagación del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), una plaga que afecta a animales de sangre caliente y que representa un riesgo creciente para la producción pecuaria y la salud pública.
La medida quedó oficializada en el Diario Oficial de la Federación, al ampliarse el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (DINESA), que ahora será obligatorio en las 32 entidades federativas, dejando atrás el carácter regional que tuvo durante los últimos meses.
La decisión responde a nueva evidencia científica que confirma la presencia del insecto en estados del sur y centro del país, y advierte su posible avance hacia las zonas ganaderas del norte, fundamentales para la exportación. Con este ajuste, todas las ocho regiones zoosanitarias entran en un esquema reforzado de vigilancia, control y respuesta inmediata.
El acuerdo detalla que productores, veterinarios, transportistas e importadores deberán cumplir medidas estrictas para detectar y reportar cualquier caso de “gusanera”. Los avisos podrán hacerse por la app AVISE, la línea 800 751 2100 o vía WhatsApp, de preferencia acompañados de fotografías que faciliten la identificación del parásito.
Además, el SENASICA tendrá la facultad de instalar puntos de inspección y exigir baños garrapaticidas, certificaciones sanitarias o incluso limitar la movilización de animales en zonas de riesgo. En caso de brotes, los equipos técnicos podrán tomar muestras, aplicar tratamientos, establecer cuarentenas e intervenir predios afectados.
Las áreas con mayor presencia del gusano barrenador se ubican en Chiapas, Oaxaca, Tabasco y el sur de Veracruz (Región 6), así como en Campeche, Yucatán y Quintana Roo (Región 7). En el resto del país, desde Baja California y Chihuahua hasta Jalisco, Puebla, Estado de México y Ciudad de México, se fortalecerán las medidas preventivas para evitar la llegada del parásito.
Con esta declaratoria nacional, la Secretaría de Agricultura busca impedir que la plaga se expanda, proteger el patrimonio pecuario, evitar pérdidas millonarias, conservar la condición sanitaria del país y disminuir riesgos para la ciudadanía.





