Tulum, Q. Roo. —Sin turismo, no hay economía. El noveno municipio de Quintana Roo atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia reciente, al registrar una caída drástica en la llegada de visitantes nacionales e internacionales.
Las redes sociales han comenzado a llamar a Tulum “pueblo fantasma”, reflejando el impacto que la falta de turismo ha dejado en las calles, hoteles, restaurantes y comercios que antes rebosaban de actividad.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo del Estado de Quintana Roo, durante la última semana de septiembre la ocupación hotelera se desplomó a 50.8%, lo que significa que de 11 mil 882 habitaciones disponibles, más de seis mil permanecen vacías.
Ni siquiera durante los meses más difíciles de la pandemia de COVID-19 se había registrado un panorama tan desolador. La dependencia excesiva de un solo sector económico está dejando una dura lección a las autoridades municipales.
Ante esta situación, el presidente municipal Diego Castañón Trejo solicitó recientemente un préstamo por 76 millones de pesos, con aprobación del Cabildo, en un intento por reactivar la economía local.
La misma Secretaría de Turismo reporta que, entre enero y mayo del presente año, la afluencia a la zona arqueológica de Tulum cayó drásticamente, pasando de 91 mil 221 visitantes a solo 39 mil 374, lo que confirma el desplome de la actividad turística.
La incertidumbre crece entre empresarios y trabajadores del sector, quienes temen que si no se implementan estrategias urgentes de promoción, Tulum podría perder su brillo como uno de los destinos más atractivos del Caribe mexicano.