Por redacción/ Última Nota
La zona maya no sólo se distingue y se ostenta de su cultura, tradición y lengua, también es la cuna de artistas locales en todos sus aspectos, como el artesanal, música, danza, arte, entre otras.
Juan Salazar o “Don Feliciano” como popularmente se le conoce, es una aguja más en ese pajar, encarnó la interpretación de melodías musicales en género de cumbia en español, a pesar de no lograr un estrellato o fama como muchos músicos pretenden alcanzar ese sueño, su trayecto cuentan la parte de los inicios de la conformación de grupos de artistas en la comarca.
Salazar es una figura destacada en el bajo mundo de quienes hoy en día se dedican en arte de la música en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, aunque para muchos pudiera ser o no considerado como tal, por desconocerse o ignorar esa pequeña parte de la historia. Sus años de experiencia y su caminar lo favorecen.
“Feliciano” es originario del municipio de Oxcutzcab del estado de Yucatán y llegó a Carrillo Puerto desde muy joven en 1975, a sus 17 años, por objetivos de trabajo, por cierto, muy ajenos a sus gustos por la música, sin embargo; no fue motivo a que evitara o dejara de hacer lo que le agradaba.
“Hoy soy una persona que aparenta no ser nada ni nadie, pero mis contemporáneos que me conocen, saben de lo que este cuerpo viejo y arrugado se guarda; fui unos de los primero que conformó un grupo musical, que estuvo muchos años en esto, como todos soñando en salir adelante y triunfar”, expresó.
Expuso que al llegar al municipio carrilloportense, se relacionó y conoció otros artistas locales como Gilberto, Helemer, Lorenzo, Lucio, Valerio Héctor, por mencionar algunos, aunque no recordó sus apellidos, indicó que fue con quienes coincidieron en sus pensamientos y a la conformación del grupo los “Ghelvimis”.
“No recuerdo sus apellidos en este momento, estamos hablando de algo que sucedió hace mucho y algunos ya no están con nosotros, pero de lo que me acuerdo es que con ellos formamos el primer grupo en la Zona Maya, si me preguntas del nombre, surgió a raíz de las iniciales de nuestros nombres”, comentó, con gran entusiasmo.
Comentó que su participación en el grupo, su instrumento fue conforme a su voz, sus entonaciones, la memorización de sus canciones y todas las técnicas de canto que de manera empírica aprendió con su dedicación, práctica y esfuerzo.
Asimismo, puntualizó que para el año 1978 ya habían comenzado a pisar los escenarios en giras que se organizaban en comunidades y alcaldías del municipio, así fue que poco a poco se fueron dando a conocer y en un lapso corto consiguieron tener una alta popularidad en la sociedad.
Señaló que aunque sus interpretaciones eran de otros artistas que en su momento sonaban en las estaciones de radio, aseguró que la gente le gustaba escucharlos a través de las sonorizaciones que emitían sus instrumentos, pues era un hecho que ponían a bailar a todos aquellos que escucharan.
“Tuvimos un gran repertorio de canciones que interpretábamos de grupos como Valborin, Rival Combo, Combo Soriano, Diners, Mike Laure, Baby´s, Ángeles Negros y más agrupaciones que en su momento eran lo máximo en las radios y en la zona maya a través de nosotros”.
Juan Salazar indicó que recordó que tuvieron un trayecto de 30 años y fue para el 2005 que por inconformidades de la agrupación que surgió a costa de intereses personales, la sociedad Ghelvimis llegó a su fase final y cada quien emprendió sus propios caminos, dentro y fuera de la música.
Expuso que lo bueno que recuerda de esos largos años de fama, es que lograron trascender a estados como Campeche, Tabasco, Yucatán y el país vecino de Belice, “No se si fue ayuda en ser los fundadores de la cumbia en Carrillo o lo hacíamos completamente estupendo, pero logramos salir del estado”.
Dijo que tras la desintegración “Ghelvimis”, se sumó como voz a grupos como Dikzon de la comunidad de Tihosuco; Cuatro y más de Arón Arana y Lucio el caimán del caribe y su voz Feliciano, ambos de la ciudad carrilloportense, sin embargo, dijo que no fue como en el tiempo de su apogeo.
“Saliéndome del grupo, me contrataron en otros que también que surgieron y se integraron en nuestro tiempo de popularidad, sin embargo, reconozco que no fue lo mismo y tampoco se logró que se alcanzó con mi primera integración musical”, mencionó, con tristeza.
“Don Feliciano” hoy a sus 66 años de edad a pesar de haber tenido un camino inmerso en la música, en la actualidad no se dedica a ello y únicamente atiende su pequeño negocio personal en perifoneo utilizando su principal herramienta que es su voz para la grabación de spots publicitarios.