La Cámara de Diputados aprobó una reforma que prohíbe la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años, en un esfuerzo por proteger la salud de los jóvenes y prevenir riesgos asociados al consumo de cafeína y otros estimulantes.
La iniciativa, respaldada por la mayoría de los legisladores, establece sanciones económicas para los comercios que incumplan la medida, que van desde multas hasta la suspensión temporal de licencias o clausura parcial en casos de reincidencia.
El objetivo de la reforma es frenar el acceso de menores a estos productos y fomentar una cultura de responsabilidad en la venta y consumo, complementada con campañas informativas dirigidas a jóvenes y padres de familia.
Expertos en salud pública advierten que el consumo de bebidas energéticas en menores puede provocar problemas cardiovasculares, alteraciones del sueño y dependencia a la cafeína. La medida se suma a otras restricciones ya aplicadas a tabaco, vapeadores y sustancias nocivas para la adolescencia.
Las autoridades buscan, con esta acción, generar conciencia sobre hábitos saludables desde temprana edad y reducir riesgos para la población juvenil.