Dos cenotes de alto flujo turístico permanecen cerrados debido a un conflicto entre administradores y comunidades locales, lo que ha generado pérdidas económicas para guías, prestadores de servicios y pequeños comerciantes que dependen del turismo.
Habitantes y trabajadores del sector demandan la instalación de una mesa de diálogo con autoridades municipales para definir aspectos clave como tarifas, manejo y conservación de los cenotes, y garantizar que los recursos naturales se gestionen de manera sostenible.
El cierre mantiene en pausa las actividades turísticas y refuerza la necesidad de acuerdos claros que protejan tanto la economía local como el patrimonio natural de la región.