La presidenta Claudia Sheinbaum adoptó un posicionamiento firme respecto al conflicto en Medio Oriente, exigiendo el cese de lo que calificó como un genocidio contra el pueblo palestino.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó que la política exterior mexicana “no puede ser indiferente” ante el sufrimiento en Gaza y subrayó la importancia de que México actúe con responsabilidad internacional.
El gobierno mexicano ratificó además el reconocimiento a Palestina como Estado y oficializó la presencia de una embajadora palestina en México, reforzando así la proyección del país en la arena diplomática y marcando distancia de la tibieza de posturas anteriores en este conflicto.
Con esta declaración, México reafirma su compromiso con los derechos humanos y con la solidaridad hacia el pueblo palestino, consolidando un papel activo en el ámbito internacional.