A partir del 1 de septiembre, entró en vigor en la Unión Europea la prohibición de comercializar y utilizar productos cosméticos que contengan óxido de difenilfosfina (TPO, por sus siglas en inglés), una sustancia señalada como cancerígena y tóxica para la reproducción.
El TPO, presente principalmente en esmaltes y geles para uñas, está clasificado dentro de las sustancias CMR (carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción). De acuerdo con la Comisión Europea, puede provocar cáncer, alterar el ADN celular y aumentar el riesgo de abortos espontáneos o malformaciones en el feto.
Con esta medida, quedó prohibida la venta, regalo o aplicación de cosméticos que contengan este compuesto, incluso si los productos fueron adquiridos antes de la entrada en vigor de la norma. Salones de belleza y comercios están obligados a retirar inventarios y optar por alternativas seguras.
Aunque en 2015 estudios consideraban que los geles UV con hasta 5% de TPO no representaban un riesgo grave, nuevas investigaciones han demostrado lo contrario, lo que llevó a endurecer las regulaciones.
La prohibición busca proteger la salud de consumidores y trabajadores del sector, quienes deberán sustituir los artículos con TPO por otros aprobados en la industria cosmética.