Un fuerte terremoto de magnitud 6 devastó el este de Afganistán la noche del domingo, dejando un saldo preliminar de más de 800 personas mu3%rt4s y al menos 2.000 heridas, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH). La cifra oficial sigue siendo incierta debido al aislamiento de varias comunidades y a la interrupción de las comunicaciones.
El epicentro del sismo se registró a 27 km de la ciudad de Jalalabad, con una profundidad de apenas 8 kilómetros, lo que incrementó la magnitud de la destrucción. La sacudida se sintió hasta en Kabul, a 200 km de distancia, y en Islamabad, Pakistán, a casi 400 km.
La provincia de Kunar ha sido una de las más afectadas. Solo en una aldea, un funcionario local reportó 21 fallecidos y 35 heridos, mientras que en toda la provincia se contabilizan 610 muertes hasta el momento. La corresponsal de la BBC, Yogita Limaye, informó que varias aldeas han quedado completamente destruidas y se teme un gran número de personas atrapadas bajo los escombros.
Los hospitales locales enfrentan una crisis sin precedentes. El doctor Muladad, director del hospital en Asadabad, aseguró que reciben un paciente cada cinco minutos y que las instalaciones están saturadas, con heridos tendidos en el piso por la falta de camas. Mientras tanto, 250 pacientes fueron trasladados al hospital principal en la vecina provincia de Nangarhar.
El gobierno afgano ha movilizado helicópteros para evacuar a las víctimas, realizando más de 100 vuelos hasta el momento, aunque los operativos de rescate avanzan lentamente debido al terreno montañoso y de difícil acceso.
La ONU advirtió que pasarán varios días antes de poder evaluar completamente la magnitud de la tragedia, mientras las autoridades continúan intentando llegar a las zonas más afectadas y brindar atención a los sobrevivientes.