SpaceX suspendió el domingo el esperado lanzamiento de su megacohete Starship, considerado el vehículo espacial más grande y poderoso del mundo, debido a fallas en los sistemas terrestres. El vuelo, que marcaría la décima prueba del programa y la cuarta en lo que va del año, fue reprogramado para este lunes a las 18:30 hora local (23:30 GMT) desde la base Starbase, en Boca Chica, Texas.
El aplazamiento coincidió con una protesta ambientalista en aguas del Golfo de México, donde seis embarcaciones de la organización Conibio Global se manifestaron pacíficamente a unos 4 kilómetros de la torre de lanzamiento, bajo vigilancia de helicópteros de la guardia costera.
Con 123 metros de altura, el Starship supera a cualquier cohete construido hasta ahora. SpaceX busca perfeccionar la reutilización tanto del propulsor Super Heavy como de la nave, con el fin de abaratar costos y preparar futuras misiones a la Luna y Marte.
En pruebas previas, la nave terminó destruida, incluyendo la última en mayo, cuando explotó una hora después del despegue. Para esta ocasión, SpaceX introdujo modificaciones estructurales y retiró parte de las losetas térmicas con el objetivo de probar la resistencia de áreas críticas durante la reentrada.
La NASA ha elegido al Starship como vehículo para llevar astronautas a la Luna en la misión Artemis III, prevista para 2027. Elon Musk insiste en que esta nave será clave para cumplir su meta más ambiciosa: colonizar Marte.