En un rincón sereno de la zona maya, donde el agua refleja la belleza del cielo, ocurrió una tragedia que rompió el corazón de quienes la presenciaron. Un joven de apenas 20 años perdió la vida en la Laguna de Siijil Noh-Ha, en Felipe Carrillo Puerto Q.Roo, al caer de un kayak mientras intentaba tomarse una fotografía.
Lo que debía ser un día de descanso y camaradería entre amigos terminó en una escena de angustia y desesperación. Ambos jóvenes habían viajado desde Emiliano Zapata, #Campeche, con el sueño de trabajar en el Tren Maya para sostener a sus familias. Esta tarde, decidieron disfrutar de un paseo por la laguna.
A pesar de no saber nadar, uno de ellos aceptó subirse al kayak sin un chaleco salvavidas, confiado en que nada malo sucedería.Casi al final del recorrido, mientras admiraban la tranquilidad del lugar, el joven se levantó en la pequeña embarcación para tomarse una selfie.
En un segundo, perdió el equilibrio y cayó al agua. El silencio del paisaje se rompió con sus gritos desesperados. Su amigo, sin dudarlo, se lanzó tras él, intentando mantenerlo a flote.
Pero la desesperación es una fuerza implacable. El joven que no sabía nadar se aferró con fuerza a su rescatista, hundiéndolo junto con él. Los segundos parecieron eternos mientras luchaban por sobrevivir, pero el esfuerzo fue en vano.
El que sabía nadar apenas logró salir a la superficie, exhausto, mientras veía cómo su amigo desaparecía en las profundidades de la laguna.Cuando por fin llegó ayuda, ya era demasiado tarde.
El cuerpo sin vida fue encontrado horas después, dejando tras de sí una historia llena de dolor. El sobreviviente, con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas, sólo pudo repetir una frase que destroza el alma: “Hice todo lo que pude, pero no lo pude salvar.
“Esa laguna, que alguna vez fue un refugio de calma, ahora guarda el eco de una amistad rota por la tragedia. La familia del joven fallecido, lejos de casa, enfrenta el luto de perder a quien trabajaba incansablemente para darles un mejor futuro.
Esta historia no es sólo una tragedia más; es un recordatorio de cómo un momento de descuido puede transformar la alegría en pérdida. Y para su amigo, que intentó salvarlo, será un dolor que llevará consigo para siempre.