Por Daniela Chiquil
En el marco del Día del Artesano, la historia de Yosmar May Mex, un joven talento de la Zona Maya, destaca como un ejemplo inspirador de dedicación y amor por las manualidades con bejuco. Siguiendo los pasos de su abuelo, Yosmar ha encontrado en esta antigua técnica no solo una forma de sustento, sino también una conexión con sus raíces y una manera de expresar emociones.
Con cada pieza que crea, Yosmar no solo muestra su habilidad y dedicación, sino también preserva una tradición centenaria y comparte la riqueza cultural de su región. Desde cestas tejidas hasta diseños decorativos elaborados, cada obra de Yosmar cuenta una historia única y refleja la belleza de la artesanía con bejuco.
Yosmar recuerda la importancia de valorar y apoyar a los artesanos locales, cuyo trabajo creativo enriquece nuestras vidas y mantiene viva la esencia de nuestras tradiciones. Su mensaje resuena como un llamado a apreciar el arte que surge de la naturaleza y el esfuerzo humano, recordándonos que cada pieza es más que un objeto, es un tesoro cultural.