La variante Pirola del SARS-CoV-2 ha sido identificada en la Ciudad de México, según la secretaria de salud local, Oliva López Arellano, publicó Milenio.
Aunque esta variante presenta una mayor capacidad de transmisión y un índice de reinfección más alto debido a una mutación en la proteína spike, la funcionaria enfatiza que no es una amenaza grave.
La Pirola comparte síntomas similares con otras variantes de COVID-19, siendo afonía, congestión, dolor de cabeza, estornudos, fiebre, pérdida de olfato y tos seca algunos de ellos.
Según los CDC, la infección por Pirola, también conocida como JN-1, provoca síntomas que varían en gravedad según la inmunidad y la salud general del paciente.
Aunque la OMS la considera una variante de seguimiento que puede aumentar en la temporada de invierno, subraya que la inmunidad natural y las primeras vacunas pueden no ser completamente efectivas contra ella.
Alejandro Macías, un reconocido infectólogo, prevé un repunte de casos de enfermedades respiratorias, incluido el COVID-19, durante los meses de diciembre a febrero.
La OMS monitorea la evolución de la subvariante BA.2.86 (Pirola) de ómicron y destaca la importancia de las vacunas como medida preventiva.
Los CDC describen a BA.2.86 como una variante con mutaciones adicionales en comparación con las variantes ómicron anteriores.
A pesar de su mayor capacidad de transmisión, la infectóloga Teresa Ramírez señala que no parece estar relacionada con un aumento en los casos graves.
La Pirola debe su alta contagiosidad a una mutación en la proteína spike, crucial para su entrada y reproducción en el cuerpo humano.
Aunque la OMS cataloga a la Pirola como variante de interés, los expertos, como Teresa Ramírez, destacan que el riesgo para la población mundial es bajo.
Se recomienda seguir medidas preventivas, como la vacunación, uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos y cubrirse al toser o estornudar, para evitar un mayor número de contagios.