El Oráculo | Artículo de Opinión
La zona maya del centro de Quintana Roo, otra vez fue víctima de las mentiras, abandono en las tareas legislativas, no hay leyes, ni reformas para el desarrollo de los pueblos y la clase indígena, se esfuman otros tres años y sigue lo mismo.
Tal parece que a los legisladores, se les olvidó una cosa, que se deben por el pueblo, que los cargos son de elección popular y la esencia en su tarea es ver por el bien común, donde se requieren acciones para atender a quienes por alguna u otra razón están en vulnerabilidad, desventaja o presentan problemas para satisfacer las necesidades básicas como miembros de una sociedad.
Pedro Pérez Díaz diputado de la décima sexta legislatura (XVI) del Distrito XII, conformada por José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, es uno de los más recientes y claros ejemplos de la incapacidad, apatía política e interés de haber hecho algo por su “gente”, llegó a su curul y se le olvidó que tenía que hacer.
En su período únicamente presentó 28 iniciativas y 31 acuerdos, pero ninguno de mayor trascendencia e importancia, ¿con eso justifica su oneroso sueldo?, según datos en la Plataforma Nacional de Transparencia, es un monto mensual bruto de 66 mil 284.02, al año equivale a 795 mil 408.24 y a eso no se le suma sus prestaciones, vales de gasolina y más.
Se le acabó su tiempo, pero se va sonriendo, le fue fácil olvidarse de su Distrito, sólo hacía acto de presencia en eventos públicos para la foto, la sonrisa y nada más, porque, no se ha visto nada de él como representante popular. El pueblo no olvida y castiga, ellos tendrán la última palabra.
Estamos a la vuelta del próximo proceso electoral 2022, donde tocará elegir, diputado local, el nuevo ejecutivo estatal. ¿Quieren más de lo mismo?, ¿los mismos discursos triunfalistas?, eso no lo sé, lo que es claro es que la zona maya ha despertado y está cansado de los mismos políticos de caras y sonrisas bonitas.
Hay mucho que decir, pero por el momento es esperar los tiempos electorales y cómo se pintará el panorama en el centro de Quintana Roo, hay quienes se están destapando por su desespero y aprovechar el terreno, al final los resultados que obtengan lo pueden recibir como un balde de agua fría. Nos leemos a la próxima.