En medio de la devastación que dejaron las fuertes lluvias y el desbordamiento del río Cazones, un gesto de solidaridad captó la atención nacional: los influencers Alexis Omman y Spiterman llegaron en un avión cargado con materiales de construcción y acompañados de un grupo de albañiles, para ayudar a familias que lo perdieron todo.
Mientras miles de damnificados continúan esperando el apoyo de las autoridades, en redes sociales circulan videos que muestran a los creadores de contenido descargando materiales y organizando remodelaciones de viviendas destruidas por las inundaciones.
La acción de los influencers ha generado una fuerte controversia. En los comentarios, muchos usuarios destacan que “los influencers están haciendo grandes cosas, mientras el gobierno actúa tarde o hace muy poco”.
En una de las grabaciones, se observa a Alexis Omman descendiendo del avión junto a su equipo, saludando a las familias afectadas y asegurándoles que remodelarán su casa y repondrán lo que el agua destruyó. La emoción de las víctimas es evidente al escuchar la noticia; algunos incluso rompen en llanto de agradecimiento.
“Estamos tan cerca de acabar una remodelación PROFUNDA en Veracruz, nosotros nos estamos enfocando en remodelaciones de casa”, escribió Omman en redes sociales, compartiendo imágenes de los avances y del arduo trabajo de su equipo.
Entre los que acompañan al influencer se encuentra Misael Galindo, joven originario de Chavaxtla, municipio de Huatusco, quien se integró hace algunos años al grupo de trabajo de Omman. Hoy, su historia inspira a miles, mostrando que la humildad, la fe y el esfuerzo pueden trascender fronteras.
Junto a Spiterman, otro creador de contenido reconocido por sus videos de ayuda social, ambos recorren comunidades afectadas entregando víveres, materiales de construcción y esperanza.
Mientras las autoridades estatales siguen siendo duramente criticadas por su lenta reacción ante la emergencia, los influencers parecen haber tomado el papel que muchos esperaban ver del gobierno: el de actuar, ayudar y reconstruir.
Su llegada a Veracruz se ha convertido en un fenómeno viral que no solo expone la magnitud del desastre, sino también la distancia entre la burocracia oficial y la empatía ciudadana que hoy, desde las redes, demuestra que la verdadera influencia también puede cambiar vidas.






