Una grave emergencia ambiental se registra en el norte del estado tras el derrame de hidrocarburo en el río Pantepec, cuyo caudal contaminado recorrió más de 16 kilómetros hasta alcanzar el río Tuxpan, una de las principales fuentes de agua de la región.
De acuerdo con reportes preliminares, el incidente fue provocado por una fuga en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que originó una extensa mancha de crudo que avanza sobre los cuerpos de agua y ha afectado gravemente la fauna, flora y comunidades ribereñas.
Autoridades ambientales y de Protección Civil confirmaron que el daño ecológico es severo, mientras que especialistas advierten que el ecosistema podría tardar décadas en recuperarse, debido a la contaminación directa sobre peces, aves, suelos y fuentes de agua utilizadas por habitantes de las zonas rurales.
“Estamos frente a uno de los mayores desastres ambientales recientes en la región”, alertó un técnico ambiental que participa en las labores de contención.
Personal de Pemex, junto con brigadas locales, instaló barreras flotantes y desplegó equipos de succión y limpieza en un intento por contener la expansión del hidrocarburo. Sin embargo, las organizaciones ambientales denunciaron que la respuesta inicial ha sido insuficiente y exigen una intervención federal inmediata, así como una investigación transparente para determinar las causas y responsabilidades del derrame.
Los pobladores de comunidades cercanas reportan afectaciones en pozos de agua, cultivos y pesca, además de un fuerte olor a combustible que se percibe a varios kilómetros del sitio.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) anunciaron que ya iniciaron las investigaciones correspondientes para evaluar los daños y supervisar las acciones de remediación por parte de Pemex.






