La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que México pondrá fin a la venta de chips de telefonía móvil sin registro de identidad. A partir de ahora, será obligatorio presentar CURP, INE y nombre completo para adquirir una nueva línea, como parte de una estrategia federal para combatir las extorsiones y fraudes telefónicos.
La medida, que inició en fase piloto desde septiembre, obliga a las empresas de telecomunicaciones a registrar y resguardar la información de cada usuario, la cual solo podrá ser entregada a las autoridades mediante una orden judicial.
El propósito, explicó la mandataria, es frenar el uso de chips desechables que facilitan las llamadas de extorsión, especialmente aquellas realizadas desde centros penitenciarios.
Protección de datos y sanciones
Las compañías serán responsables del manejo y protección de la información personal, bajo supervisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). A partir de junio de 2026, toda línea que no esté debidamente registrada será suspendida.
La medida ha generado debate, pues recuerda al fallido Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT), declarado inconstitucional en 2021 por la Suprema Corte debido a riesgos para la privacidad y protección de datos personales.
Con esta nueva regulación, el gobierno busca un equilibrio entre seguridad y derechos ciudadanos, en medio de un contexto donde las extorsiones telefónicas siguen siendo uno de los delitos más comunes en el país.