Un hallazgo extraordinario sorprendió a investigadores en la península de Yucatán: un ejemplar del pez ciego o “dama blanca” fue encontrado en un cenote de difícil acceso, en una zona considerada vital para la biodiversidad subterránea de la región.
La especie, considerada única en el planeta y en peligro de extinción, apareció a apenas un metro de profundidad, pese a que normalmente habita en zonas mucho más oscuras y profundas de los sistemas de cuevas.
El ejemplar mide poco más de diez centímetros y se caracteriza por su morfología singular: no tiene ojos ni escamas, y utiliza un sistema de orientación natural similar a un “radar” para desplazarse y cazar pequeños crustáceos.
Especialistas señalan que este avistamiento es alentador, pues demuestra que la especie aún sobrevive en su entorno natural. Sin embargo, advierten que la contaminación del acuífero peninsular representa su mayor amenaza, lo que pone en riesgo a uno de los tesoros biológicos más frágiles de México.
El hallazgo fue documentado por el investigador Sergio Grosjean, quien destacó la relevancia de proteger los cenotes, no solo como patrimonio cultural y turístico, sino como hábitat de especies que no existen en ninguna otra parte del mundo.