A tres años de la desaparición de Fernanda Cayetana, su madre, Deysi Blanco, denuncia impunidad, lentitud judicial y el abandono institucional en la búsqueda de su hija. En una nueva jornada de protesta, se manifestó a las afueras de los Juzgados Penales Orales del Estado de Quintana Roo, tras conocer que los familiares de uno de los presuntos responsables intentan obtener un cambio de medida cautelar para que continúe su proceso en arresto domiciliario.
El juez del caso rechazó dicha solicitud, permitiendo que Marcos Antonio Cauich ‘N’ y Angélica ‘N’ permanezcan en prisión, donde han estado por más de dos años bajo medida preventiva y ocho meses más esperando el juicio final. Sin embargo, para Deysi Blanco, esto no representa un verdadero avance.
“El presunto responsable ha hecho todo por retrasar el proceso y se ha negado a decir qué hizo con mi hija, aun teniendo evidencia en su contra”, expresó con dolor la madre de la menor.Fernanda Cayetana desapareció el 21 de julio de 2022, tras salir de su casa con el objetivo de ayudar económicamente a su familia. La joven, procedente de un entorno humilde, nunca regresó. Desde entonces, su madre ha enfrentado una dura batalla legal y emocional, buscando justicia y claridad sobre el paradero de su hija.
Deysi recuerda con claridad el día que se la llevaron. “Fueron Marcos Antonio y Angélica. Espero que antes de que esto termine, hablen y digan dónde está mi pequeña. Si apareciera sin vida, su proceso judicial cambiaría completamente. Por eso no quieren hablar”, lamentó.
Uno de los puntos más críticos que denuncia es el abandono por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), que ha clasificado el caso como de “larga data”, argumento con el cual se niega a continuar las labores de búsqueda activa, priorizando en su lugar desapariciones recientes.
“Nos duele que nos digan que por ser un caso viejo, ya no van a buscarla. ¿Acaso no tiene derecho mi hija a ser encontrada? Le pido al Fiscal que no nos olvide, que agilice este proceso y nos dé respuestas”, exigió Deysi Blanco
.El caso de Fernanda Cayetana se ha convertido en un símbolo de la lucha de familias que enfrentan un sistema judicial lento y una fiscalía que, según denuncian, pierde interés con el paso del tiempo. La exigencia de justicia se mantiene viva, con la esperanza de que la verdad salga a la luz y que la menor, de alguna forma, vuelva al corazón de su familia.