Un avance médico que podría marcar un parteaguas en la lucha contra el cáncer está cada vez más cerca. Investigadores rusos han desarrollado una vacuna personalizada contra el cáncer, que podría estar disponible al público antes de que termine este año, según informó la agencia Sputnik.
La innovadora vacuna, desarrollada por el Centro Gamaleya (creador de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19), el Instituto Hertsen de Investigaciones Oncológicas y el Centro Blokhin, utiliza ácido ribonucleico mensajero (ARNm) modificado, diseñado mediante inteligencia artificial (IA), lo que permite personalizar el tratamiento para cada paciente.
De acuerdo con el reporte, más del 80% de los roedores a los que se aplicó esta vacuna presentaron una reducción significativa en el tamaño de sus tumores.
El tratamiento funciona al introducir una molécula de ARNm que modifica el código genético de las células cancerosas, forzándolas a producir proteínas específicas. Estas proteínas permiten al sistema inmunológico reconocer y atacar las células malignas.
Alexander Gintsburg, director del Centro Gamaleya, afirmó que la vacuna podría ser efectiva contra todas las variantes de cáncer y que cada dosis personalizada podría estar lista en una semana, con un costo estimado de 3,095 dólares estadounidenses (alrededor de 64 mil pesos mexicanos), aunque en varios centros médicos el tratamiento sería gratuito.
IA y medicina de precisión: una nueva eraEl uso de inteligencia artificial ha sido clave para este desarrollo. Según datos presentados en el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en 2024, los algoritmos han sido entrenados con una base de datos de más de mil millones de imágenes tumorales de unos 30 mil pacientes, permitiendo detectar mutaciones invisibles al ojo humano.
Expertos como Fabrice André, del centro oncológico Gustave-Roussy de Francia, sostienen que estas tecnologías abrirán la puerta a una era de tratamientos oncológicos personalizados y menos invasivos.
Uno de los hallazgos más esperanzadores es la posibilidad de preservar órganos, evitando cirugías radicales. En el caso del cáncer de recto, por ejemplo, los tratamientos personalizados previos a la cirugía han logrado la desaparición total del tumor, según estudios recientes.
Para David Sebag-Montefiore, oncólogo de la Universidad de Leeds, esto representa una nueva etapa: “Hasta ahora, el estándar era la cirugía, pero parece que estamos entrando en una nueva era donde la operación podría evitarse”.
Este avance ruso podría sumarse a los tratamientos revolucionarios que están redibujando el panorama global de la oncología, con la promesa de no solo salvar vidas, sino también mejorar radicalmente la calidad de vida de los pacientes.