Lo que muchos ciudadanos esperaban desde hace tiempo finalmente ocurrió: las autoridades de Tránsito y Seguridad Pública de Cancún montaron un sorpresivo operativo contra las ruidosas y caóticas “rodadas” nocturnas de motociclistas, las cuales durante meses convirtieron avenidas principales en pistas de desorden y ruido.
La noche del miércoles se implementaron dos puntos de revisión estratégica: uno sobre la avenida Chac Mool con Ruta 4, y otro en la avenida López Portillo, a la altura de la Región 103. El objetivo fue claro: verificar documentación, placas, modificaciones ilegales en los vehículos y detectar posibles infracciones al reglamento de tránsito.
El saldo: más de 40 motocicletas retenidas, muchas de ellas sin papeles, con mofles alterados y otras modificaciones que contravienen la ley. La mayoría de las unidades pertenecían a la popular marca Itálika, y algunas estaban tan “personalizadas” que rayaban en lo caricaturesco.
Durante el operativo, tres motociclistas intentaron evadir los filtros de revisión, pero fueron interceptados más adelante por elementos de la Marina y la Policía Municipal. Algunos de ellos ni siquiera contaban con licencia o eran menores de edad.
De acuerdo con fuentes de la autoridad, estas acciones responden al creciente hartazgo de la ciudadanía por las constantes rodadas, que más allá de representar un pasatiempo recreativo, han sido foco de disturbios, accidentes y en algunos casos, presuntos vínculos con hechos delictivos.
“El 80% de los participantes en estas rodadas circula sin documentos en regla”, advirtió una fuente oficial. “Estamos iniciando una serie de operativos que buscan recuperar el orden vial y prevenir delitos asociados a motocicletas sin control”.
Los vehículos asegurados fueron trasladados al corralón, mientras los conductores deberán responder por las faltas administrativas y regularizar su situación legal si desean recuperar sus unidades.
Con este operativo, las autoridades marcan un precedente y envían un mensaje claro: la ley sí puede aplicarse, y la paz en las calles de Cancún no está sujeta al ruido de los mofles ni al descontrol de los “riders” nocturnos.