TULUM, Q. Roo. — En una decisión que pone un alto a la expansión de infraestructura en zonas ambientalmente sensibles, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización ambiental a un ambicioso proyecto hídrico promovido por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), argumentando que la obra representa una amenaza directa al Parque Nacional del Jaguar, Área Natural Protegida (ANP) de relevancia nacional.
El proyecto contemplaba la apertura de 24 pozos de extracción de agua en una extensión de 70 hectáreas, con una inversión estimada en más de 542 millones de pesos, como parte de una estrategia para atender la creciente demanda de agua potable en Tulum, detonada por el acelerado crecimiento turístico e inmobiliario.
Sin embargo, tras el análisis de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por CAPA en septiembre de 2024, Semarnat determinó que la propuesta contenía graves omisiones e incongruencias técnicas, además de carecer de una valoración ambiental integral sobre los impactos acumulativos en la zona núcleo del ANP.
“El proyecto no contempla adecuadamente las afectaciones al Parque Nacional del Jaguar, y presenta una deficiente valoración de sus impactos ecológicos. La pérdida de cobertura vegetal y la alteración de servicios ecosistémicos serían considerables”, señala el resolutivo 31-25 de la dependencia.
La infraestructura hídrica pretendía instalarse en un predio de aproximadamente nueve hectáreas, gestionado por el Gobierno del Estado a través de la Agencia de Proyectos Estratégicos (Agepro). CAPA justificó la urgencia del proyecto por la insuficiencia del sistema actual para abastecer a la población creciente, pero la resolución federal impide cualquier avance en la zona planteada bajo los términos actuales.
Esta negativa abre un nuevo capítulo en la lucha por el equilibrio entre desarrollo urbano y conservación ambiental en Tulum, un municipio que enfrenta presión constante sobre sus recursos naturales. Las autoridades estatales y municipales deberán ahora explorar rutas alternas para asegurar el abasto de agua sin vulnerar los ecosistemas estratégicos que hacen única a esta región del Caribe mexicano.