Pese a contar con censo de beneficiarios, el programa federal “Casa por Casa” no ha iniciado por falta de personal médico
Tulum, Q. Roo.— Aunque el municipio de Tulum ya se encuentra preparado para activar el programa federal de salud “Casa por Casa”, destinado a llevar atención médica domiciliaria a personas en situación de vulnerabilidad, la falta de médicos ha frenado su puesta en marcha, reconocieron autoridades locales.
El programa, enfocado en brindar atención a adultos mayores, personas con discapacidad y pacientes con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, ya cuenta con un censo preliminar levantado desde el año pasado en diversas colonias de la cabecera municipal.
Fani Gallegos Sánchez, directora general de Bienestar en Tulum, informó que la presidenta de la República ha promovido personalmente este modelo en diferentes entidades, con el objetivo de replicarlo en todo el país, incluyendo Quintana Roo. Incluso, mencionó que la mandataria visitó a una beneficiaria del esquema en una demostración directa del funcionamiento que se busca replicar en territorio nacional.
No obstante, Gallegos reconoció que uno de los principales desafíos es la falta de médicos dispuestos a establecerse en la zona. “Hay vacantes abiertas, pero muchos doctores consideran costoso vivir en Tulum, y eso ha impedido cubrir los puestos disponibles, incluso en instituciones como el IMSS”, detalló.
La ejecución del programa depende ahora de que el Gobierno Federal complete la asignación de médicos y personal de enfermería, quienes serán los encargados de visitar a los censados, dar seguimiento a su estado de salud y brindar atención preventiva y oportuna.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Tulum reiteró su compromiso de colaborar con la logística y operación del programa, a fin de garantizar que la salud llegue hasta las puertas de quienes más lo necesitan. Sin embargo, sin personal médico, el avance sigue en espera.
Este caso refleja una realidad que se repite en muchos municipios turísticos: hay infraestructura y voluntad, pero falta capital humano, lo cual pone en entredicho la viabilidad de los programas federales en zonas con alto costo de vida y escasa cobertura médica.