Habitantes denuncian violación al derecho a la salud y exigen intervención urgente ante la crisis sanitaria local
Tulum, Q. Roo.— Una medida impuesta recientemente en el Centro de Salud de Tulum ha desatado una fuerte ola de inconformidad ciudadana: solo se permite la atención médica de un niño por familia en cada consulta, lo que ha sido calificado como una violación directa al derecho a la salud, especialmente en perjuicio de los sectores más vulnerables del municipio.
Padres y madres de familia denunciaron que, si tienen más de un hijo enfermo, deben acudir en diferentes ocasiones, lo que representa una carga insostenible en términos de tiempo, dinero y esfuerzo. “¿Qué hago si tengo tres hijos enfermos y solo puedo llevar a uno? ¿Y si no puedo faltar al trabajo o pagar el transporte? Simplemente no los atienden”, relató una usuaria afectada.
La situación se agrava por la escasa disponibilidad de fichas para consulta —entre 20 y 40 por turno—, lo que obliga a decenas de personas a llegar antes del amanecer para alcanzar atención médica, sin ninguna garantía de ser recibidos. Muchos, incluso después de esperar horas, deben regresar a casa sin ser atendidos.
A ello se suma una crónica falta de medicamentos, que obliga a los pacientes a costear sus tratamientos por fuera, algo imposible para muchas familias. “Te recetan, pero no hay medicina. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Ver cómo se agrava la enfermedad?”, cuestionó otra madre de familia, frustrada por la situación.
Fuentes dentro del propio centro de salud admitieron que la medida responde a la falta de personal médico y de enfermería, una carencia que arrastra años sin solución. Con instalaciones saturadas y recursos humanos mínimos, el personal se ve forzado a implementar medidas restrictivas que, en la práctica, dejan sin atención a quienes más la necesitan.
La comunidad exige la intervención inmediata de las autoridades municipales, estatales y federales, solicitando la contratación urgente de personal médico, la distribución regular de medicamentos y una reestructuración operativa que permita un servicio digno, equitativo y accesible para todos.
Este caso en Tulum no es aislado. Es el reflejo de un sistema de salud público debilitado, sin capacidad de respuesta, que sigue fallando a millones de mexicanos. Mientras no se garantice plenamente el acceso al derecho a la salud, la atención médica seguirá siendo un privilegio para unos cuantos y una batalla diaria para la mayoría.