ALASKA, EE. UU. — Junio 2025. Por primera vez en su historia, el estado de Alaska ha emitido una alerta oficial por calor extremo, al preverse temperaturas que podrían alcanzar los 40 grados Celsius en algunas regiones. Este evento sin precedentes ha encendido las alarmas tanto entre la población como en las autoridades, en un territorio históricamente adaptado al frío más severo.
El fenómeno representa un hito climático preocupante, pues la mayoría de las infraestructuras en Alaska —desde viviendas hasta edificios públicos— están diseñadas para retener calor, no para disiparlo. Esto significa que muchas construcciones carecen de sistemas de ventilación o aire acondicionado, lo cual aumenta los riesgos para la salud en condiciones de calor extremo.
“Este tipo de temperaturas no solo es inusual, es potencialmente peligroso para la población, especialmente para adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas”, alertó el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
Los residentes, acostumbrados a inviernos largos y extremos, enfrentan una realidad sin precedentes: vivir bajo condiciones térmicas opuestas a las que sus hogares, estilo de vida y servicios públicos están preparados para enfrentar.
Especialistas advierten que este tipo de eventos son un reflejo claro del avance del cambio climático, que no solo modifica patrones de temperatura, sino que también pone en evidencia la falta de preparación en muchas regiones del mundo para enfrentar escenarios opuestos a sus climas tradicionales.
Autoridades ya han comenzado a emitir recomendaciones urgentes: evitar la exposición directa al sol, mantenerse hidratados, buscar espacios con ventilación adecuada y cuidar especialmente a poblaciones vulnerables.
El clima ha cambiado. Y ahora, incluso el estado más frío de la nación se ve obligado a prepararse para enfrentar el calor.
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