Ciudad de México.— El sacerdote Antonio Cabrera Cabrera, miembro de la congregación Legionarios de Cristo y exdirector de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac, fue detenido la madrugada del miércoles en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), acusado de abuso s3xu4l contra una menor de edad, delito presuntamente cometido hace más de dos décadas.
Según confirmó la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la orden de aprehensión fue emitida por un juez de control en Tlalnepantla el pasado 26 de mayo, tras una denuncia formal interpuesta por la víctima el 14 de enero de este año. Tras su detención, Cabrera fue trasladado al Penal de Barrientos, donde se llevará a cabo su audiencia inicial.
Vínculos con Marcial Maciel y cargos relevantes
El sacerdote, quien también encabezó el Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética, ha sido relacionado con Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y figura central en una de las mayores crisis de 4bus0s dentro de la Iglesia católica.
Aunque Cabrera ya no ejercía un cargo activo en la Universidad Anáhuac, su influencia en círculos académicos y eclesiásticos en temas de bioética continuaba siendo considerable.
Respuesta oficial de los Legionarios de Cristo
Tras la detención, la congregación emitió un comunicado oficial en el que confirmó que Antonio Cabrera enfrenta una denuncia por abuso sexual. En el mensaje, los Legionarios de Cristo señalaron estar “en plena disposición de colaborar con las autoridades civiles” y reiteraron su “compromiso con la justicia, la protección de menores y una cultura de transparencia”.
Sin embargo, también indicaron que aún no han recibido información oficial sobre el avance del proceso judicial contra su miembro.
Antecedentes de encubrimiento
El caso revive las críticas hacia la congregación, que en las últimas décadas ha sido repetidamente señalada por encubrir casos de abuso s3xu4l perpetrados por varios de sus integrantes. El propio fundador, Marcial Maciel, fue acusado de múltiples violaciones, incluidos abusos contra seminaristas y laicos, en casos que se mantuvieron ocultos durante años por jerarquías eclesiásticas.
En años recientes, los Legionarios han asegurado estar implementando medidas de prevención y atención a víctimas, aunque diversos colectivos de derechos humanos han señalado que aún persisten prácticas de opacidad e impunidad.
Contexto global de crisis en la Iglesia
Este nuevo caso se suma a una larga lista de escándalos que han golpeado a la Iglesia católica, especialmente a órdenes y congregaciones que durante décadas operaron con impunidad en diversas partes del mundo. En julio del año pasado, la apertura de archivos del pontificado de Pío XII ofreció nuevas miradas sobre el silencio del Vaticano ante el Holocausto, reavivando el debate sobre la responsabilidad institucional del clero frente a cr1m3n3s históricos.
La detención de Antonio Cabrera pone nuevamente sobre la mesa la urgencia de justicia para las víctimas y de una depuración real dentro de las estructuras religiosas. El proceso legal continuará en los próximos días, mientras crece la presión social y mediática por una actuación transparente y contundente por parte de las autoridades y de la Iglesia.