Uruapan, Michoacán. — En un mensaje directo y polémico, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, anunció una estrategia de seguridad más agresiva contra el crim3n org4niz4do, que incluye la adquisición de camionetas blindadas de alto nivel, valuadas en más de 3 millones de pesos.
Durante la presentación del nuevo equipo táctico, Manzo afirmó que su administración está decidida a recuperar el control de las zonas más vi0l3nt4s del municipio, incluso si eso implica el uso de “fuerza letal contra los d3lincu3nt3s”.
“No es posible que los d3lincu3nt3s anden más protegidos que la autoridad. Si ellos portan 4rm4s largas y ch4lec0s 4ntibalas, nosotros no podemos estar en desventaja”, declaró el edil ante medios locales.
Las nuevas unidades, adquiridas con recursos municipales y no mediante arrendamiento, serán utilizadas en operativos de alto ri3sg0, labores de inteligencia y patrullajes en zonas de conflicto, donde operan células del crim3n organizado.
Manzo aseguró que el presupuesto alcanza para estas inversiones debido a que “ya no se lo están robando”, en una crítica directa a sus antecesores:
“El presupuesto alcanza porque no nos lo estamos ching… como lo hacían otros gobiernos. Hoy se prioriza la vida de los policías y la seguridad de la gente”.
El alcalde también subrayó que, aunque su v1d4 corre riesgo por su postura, ha decidido ceder su propia protección personal para que los recursos se destinen a los elementos que están en campo.
Las declaraciones del edil han generado reacciones encontradas: para sus simpatizantes, representa una esperanza de justicia y firmeza en un estado asediado por el cr1men; para sus detractores, es una peligrosa escalada que podría detonar más vi0l3ncia.
En un estado como Michoacán, donde el narc0tráfico ha dejado una profunda huella en la vida pública, el posicionamiento de Manzo marca un giro en la narrativa institucional: del llamado a la pacificación, al discurso de confrontación directa.