El Gobierno de Guatemala formalizó este martes una protesta diplomática contra México, tras la incursión de policías del grupo Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), pertenecientes al estado de Chiapas, en la comunidad fronteriza de La Mesilla, Huehuetenango.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala (Minex), la acción de los policías mexicanos, quienes cruzaron la frontera durante una persecución armada, “se realizó fuera de los mecanismos bilaterales establecidos para la coordinación de seguridad” y “puso en peligro a la población civil”.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 8 de junio, luego de que agentes de la FRIP intentaran capturar a un grupo armado presuntamente vinculado con el asesinato de cinco policías estatales en Frontera Comalapa, Chiapas. Durante la persecución, los elementos mexicanos cruzaron la línea fronteriza hacia La Mesilla, generando un enfrentamiento a tiros que fue grabado en video por vecinos del lugar.
“El Gobierno de Guatemala reitera su firme rechazo a cualquier acción de este tipo y exige que se respeten la soberanía y el territorio nacional”, subraya el Minex en su nota de protesta, difundida oficialmente.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció públicamente el error durante una conferencia de prensa este martes, señalando que los agentes involucrados “deben ser sancionados” por haber ingresado sin autorización a suelo guatemalteco, según reportó la agencia AP.
Por su parte, el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, lanzó críticas hacia Guatemala, insinuando que su territorio estaría dando refugio a criminales. Sin embargo, el Ministerio de la Defensa guatemalteco aclaró que sus tropas no respondieron al fuego para evitar una escalada que pusiera en mayor riesgo a la población.
Mientras tanto, las autoridades guatemaltecas reiteraron la necesidad de reforzar los protocolos de coordinación en materia de seguridad fronteriza a través del Grupo de Alto Nivel de Seguridad (GANSEG), a fin de prevenir incidentes similares en el futuro.
Con más de 950 kilómetros de frontera compartida, Guatemala y México enfrentan desafíos comunes relacionados con el crimen organizado, el tráfico ilícito y la protección de las comunidades fronterizas. Sin embargo, el respeto a la soberanía sigue siendo un principio innegociable en las relaciones bilaterales.