CIUDAD DE MÉXICO.— El discurso de austeridad promovido por el senador Gerardo Fernández Noroña se ha visto seriamente cuestionado, luego de que documentos oficiales del Senado de la República confirmaran que su viaje a Europa costó 159 mil pesos, todos pagados con recursos públicos.
El legislador, conocido por su férrea defensa de la llamada “austeridad republicana”, asistió en marzo a la Conferencia Europea de Presidentes de Parlamentos, realizada en Estrasburgo, Francia. Sin embargo, durante semanas insistió en que su viaje fue costeado parcialmente de su bolsillo y negó haber utilizado recursos públicos para pagar boletos en clase ejecutiva.
“Yo puse la diferencia”, sostuvo públicamente, incluso mostrando un cheque por 36 mil pesos que, dijo, fue lo único que recibió del Senado. Prometió incluso retirarse de la política si se demostraba lo contrario.
Pero la evidencia oficial dice otra cosa.
Según documentos obtenidos por medios nacionales y confirmados por la Unidad de Transparencia del Senado, el viaje de Noroña a Europa tuvo el siguiente desglose:
Boleto de avión: 102 mil 686 pesos, facturado a nombre del Senado y pagado con tarjeta institucional.
Viáticos: 2 mil 250 euros (aproximadamente 49 mil pesos mexicanos), entregados directamente al legislador.
Traslados en tren de lujo París-Estrasburgo-París: 327 euros, equivalentes a unos 7 mil pesos.
En ninguno de los documentos aparece alguna aportación personal del senador para cubrir la diferencia entre clase turista y ejecutiva, como él había afirmado. Tampoco hay facturación a su nombre por esos gastos adicionales.
El hecho ha provocado fuertes críticas desde la oposición y ha generado malestar incluso dentro del propio partido Morena, donde figuras como la presidenta electa Claudia Sheinbaum marcaron distancia al declarar: “Yo no viajo en primera clase”.
Analistas y ciudadanos en redes sociales han acusado al senador de incongruencia y de traicionar los valores que él mismo promueve, en un momento donde el país enfrenta desafíos económicos y exige mayor responsabilidad del funcionariado público.
Este episodio abre un nuevo capítulo en el debate sobre el uso de recursos públicos por parte de representantes populares, y coloca bajo la lupa el compromiso real de algunos legisladores con los principios que enarbolan en tribuna. El caso de Fernández Noroña no solo afecta su credibilidad, sino también la percepción ciudadana sobre la autenticidad del discurso de austeridad que ha sido bandera del actual gobierno federal.