Cancún – Bastó un video de unos minutos para hacer lo que años de quejas ciudadanas no lograron: poner en cintura al menos por ahora a varios taxistas en zonas turísticas de Cancún.
Todo empezó cuando el influencer Luisito Comunica compartió su experiencia al ser víctima de un cobro excesivo: 2 mil pesos por un traslado de apenas 20 minutos. El video se volvió tendencia y dejó expuesta una práctica que muchos turistas y locales llevan años denunciando.
Y como dice el dicho: “lo que siembras, cosechas”. Desde entonces, usuarios reportan menos hostigamiento en sitios clave como el aeropuerto o la zona hotelera. Parece que el miedo al escarnio digital es más efectivo que cualquier operativo.
Por supuesto, no faltan los taxistas que hoy se rasgan las vestiduras diciendo que “no todos son así”. Pero también aplica el otro dicho: “por uno pagan todos”. A veces el karma llega en forma de YouTuber con millones de seguidores.
Mientras tanto, la ciudad respira aunque sea momentáneamente un poco de orden en su caótico sistema de transporte. Quién diría que la presión social vendría con anillo de plata y cámara en mano.