Por Jesús Caamal
Por enésima vez, el gobierno de Estados Unidos ha encendido las alarmas para sus ciudadanos que planean vacacionar en México, y esta vez el foco está puesto en Quintana Roo. A pocos días de la llegada masiva de los Spring Breakers, la embajada estadounidense ha emitido una alerta en la que advierte sobre el riesgo de violencia y delincuencia en destinos turísticos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, especialmente por la noche.
Pero más allá de la advertencia, lo que llama la atención es el contexto en el que se da: la reciente llegada de Donald Trump a la contienda política en Estados Unidos y su renovada ofensiva contra México. En los últimos días, el expresidente ha lanzado amenazas sobre un incremento de aranceles del 25%, ha retomado su discurso de declarar a los cárteles mexicanos como terroristas e incluso ha presionado al gobierno mexicano con una posible intervención en temas de seguridad.
¿Alerta justificada o presión política?
Si bien es cierto que la inseguridad es una problemática real en diversas partes del país, no podemos ignorar que muchas de estas alertas suelen ser selectivas y convenientes. No es la primera vez que, en medio de tensiones políticas y comerciales, Washington recurre al tema de la inseguridad en México como herramienta de presión.
Es curioso que este aviso llegue justo después de las declaraciones de Trump, quien ya ha dejado claro que su estrategia contra México incluirá presión económica y mediática. La pregunta es: ¿realmente se busca advertir a los turistas o simplemente es un nuevo golpe para debilitar la relación bilateral?
El daño colateral
Más allá del impacto mediático, estas alertas afectan directamente a la economía local. La industria turística de Quintana Roo, que es motor de miles de familias, se ve golpeada cuando los turistas cancelan o reconsideran sus viajes. Y esto no sólo afecta a las grandes cadenas hoteleras, sino a los pequeños comerciantes, guías turísticos y trabajadores que dependen de este sector.
La realidad es que Quintana Roo sigue siendo uno de los destinos más visitados y seguros para los turistas, y aunque es cierto que hay incidentes, la mayoría de los viajeros disfrutan de sus vacaciones sin problemas.
Lo que faltaba: una alerta más, justo en la víspera del Spring Break y en medio de un nuevo capítulo de presiones políticas desde Washington. Habrá que ver si realmente impacta en la llegada de turistas o si, como en años anteriores, la belleza del Caribe Mexicano seguirá siendo más fuerte que los titulares alarmistas.