El reloj marcaba las 16:40 horas del martes 28 de enero de 2025 cuando la alarma sonó en la estación de bomberos. Un reporte urgente indicaba que una ambulancia ardía en llamas sobre la carretera federal 307, kilómetro 101, en el tramo entronque X-Hazil – Andrés Quintana Roo.
A bordo de la Unidad de Rescate 001, los elementos de bomberos se dirigieron al lugar con rapidez. El humo negro se alzaba en el horizonte, sirviendo como una macabra señal del incidente. Al llegar, se encontraron con un escenario crítico: una ambulancia de la empresa Costameed, identificada con el número económico 04, estaba envuelta en llamas, consumida por el fuego cuya causa aún era desconocida.
El operador del vehículo, Neftalí R., visiblemente afectado, relató que regresaban de Mahahual con destino a Tulum cuando, de manera repentina, el vehículo comenzó a incendiarse. Sin tiempo para reaccionar, él y sus acompañantes descendieron apresuradamente, buscando ayuda mientras el fuego devoraba la unidad.
Los bomberos actuaron de inmediato, desplegando sus equipos y técnicas para sofocar las llamas. La lucha contra el fuego fue intensa, pero finalmente lograron extinguirlo en su totalidad. Sin embargo, la emergencia no terminaba ahí. Sobre la vía permanecían restos de tanques de oxígeno, que habían explotado durante el incendio, representando un peligro para la circulación.
Minutos después, al lugar arribaron unidades de la Guardia Nacional, división caminos, con los números 24842 y 23498, para apoyar en la seguridad del área y coordinar la remoción de escombros.
El siniestro dejó tras de sí una imagen desoladora: una ambulancia calcinada y un equipo de emergencia que, una vez más, había cumplido con su deber de proteger y servir. Mientras se llevaban a cabo las labores finales de limpieza en la carretera, quedaba una interrogante en el aire: ¿qué provocó el incendio? Las investigaciones continuarán para esclarecer los hechos.