La nadadora mexicana Regina Alférez, integrante de la Selección Nacional de Natación Artística que compitió en los Juegos Olímpicos de París 2024, generó polémica al anunciar la venta del celular edición especial que recibió por su participación en el evento deportivo. El hecho desencadenó una ola de críticas en redes sociales, donde algunos usuarios llegaron a llamarla “hambreada”.
En un video publicado en sus redes, Alférez explicó las razones detrás de su decisión:
“Ya tengo un celular que no compré hace mucho, no necesito otro. Soy una persona cero material, me quedo con otras cosas, y siento que alguien que le guste más puede darle mejor uso. Además, tengo proyectos que con ese dinero podría cumplir”.
Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. A pesar de las burlas, la atleta respondió con firmeza en un segundo video:
“Hay que ser un poquito más empáticos con las personas que no conocemos. Tú no sabes si esa persona está pasando por problemas económicos o de salud”.
Regina también reveló que encontró un comprador que, además de adquirir el teléfono, mostró interés en apoyarla:
“Ya vendí el celular, lo siento por las más de 300 o 400 personas que me escribieron. De hecho, sí tengo hambre porque entrené ocho horas, pero ese no es el punto”, declaró la olímpica con humor.
Falta de apoyo a los deportistas
El caso de Alférez refleja las dificultades que enfrenta la natación artística en México. Desde enero de 2023, los atletas de disciplinas acuáticas fueron afectados por la decisión de la exdirectora de Conade, Ana Gabriela Guevara, quien les retiró becas y apoyos. En respuesta, el equipo recurrió a iniciativas independientes para financiarse, logrando competir en París 2024, donde obtuvieron el séptimo lugar en la rutina por equipos.
El mensaje de Regina Alférez resalta la importancia de la empatía y el apoyo hacia los deportistas que enfrentan adversidades en su camino a la excelencia olímpica.