En una edición aparentemente “amistosa” del Clásico Tapatío disputado este domingo en el BMO Stadium de Los Ángeles, Estados Unidos, entre Chivas y Atlas, la rivalidad entre las aficiones escaló a un peligroso enfrentamiento que empañó el evento deportivo.
Lo que se anticipaba como un encuentro amigable en tierras estadounidenses se vio empañado por la violencia desatada entre las barras bravas de ambos equipos. La batalla campal, que incluyó intercambio de golpes y lanzamientos de botellas, tuvo lugar en los estacionamientos del estadio, dejando una imagen lamentable para el fútbol mexicano.
Este incidente no es aislado, ya que días previos se registró otro enfrentamiento entre aficionados en las calles de Jalisco, lo que refleja el nivel de tensión y rivalidad que caracteriza al Clásico Tapatío.
A pesar de que el partido en sí terminó en un aburrido empate sin goles, es la violencia fuera del campo lo que ha captado la atención y ha generado preocupación entre las autoridades y los aficionados por igual.