El Oráculo | Artículo de Opinión
Mary Hernández Solís alcaldesa municipal de Felipe Carrillo Puerto inició su administración con complicaciones económicas reflejadas en un déficit millonario que le heredó José Esquivel Vargas y con eso tendrá que lidiar.
Los motores de esta nueva máquina llevan cuatro días funcionando, están en marchas forzadas y habrá que dar los resultados sí o sí “no tengo derecho de fallarle al pueblo”, tal como lo ha enfatizado y bajo esa premisa avanza el compromiso de cuarta transformación en el municipio.
Es un reto duro, se llevaron todo y dejaron las deudas, como la falta de pago de servicios con proveedores, salarios de trabajadores, entre otros, tan sólo con la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capa) se supera los tres millones de pesos la deuda y con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) unos millones más, demás, la falta de equipamientos, vehículos, recusos en las distintas direcciones, se le dejaron en ruinas prácticamente.
Tal vez no sea toda la culpa de José Esquivel Vargas ex presidente municipal, ¡dije tal vez!, pues también heredó una admistración por los suelos, sin embargo, no las transparentó, no las condujo en los caminos legales y lo dejó pasar. ¡Eh aquí los resultados!, “Tanto peca como el que mata la vaca y le agarra la pata”, este viejo dicho lo afirma.
Alguien tendrá que pagar los platos rotos, no puede quedarse en el veremos… Las leyes son claras, son 60 días en la que la nueva administración debe realizar las observaciones correspondientes y presentarlas a las instancias correspondientes. Denise Wendolyn Arana Cohuo en su carácter como contralora municipal y Mario Aguilar Ramírez Síndico municipal ya deben estar realizando las verificaciones letra por letra, con precisión, ¿no querrán viciar la realidad interna de la comuna?
Mary enfrenta una etapa complicada y con esas condiciones en que agarró las riendas del Ayuntamiento, tiene 100 días para dar los primeros resultados, reafirmar su compromiso con los ciudadanos y que fue la mejor opción para los carrilloportenses, en otras palabras, deben haber resultados tangibles para los gobernados.
Pero no sólo se trata de la mandataria municipal, tiene que ser un trabajo con el respaldo de su cabildo, gabinete, directores, coordinadores, no olvidando a quienes hacen el trabajo más fuerte, me refiero a los obreros quienes no están en las oficinas y están de sol a sol, son a los primeros que deben premiar y no dejarlos en el rincón.
El conteo regresivo de estos 100 días comenzó, las intenciones y las ganas de Hernández Solís de sacar a flote un Ayuntamiento que ha sido olvidado son visibles, sólo hace falta ver el compromiso de quienes la rodean, si no cumplen y se “marean” los tendrán que bajar… Nos leemos hasta la próxima.