El Oráculo|Columna
10 días le restan a la administración de José Esquivel Vargas alias “Chak Me’ex” para tomar sus tiliches y dejar el Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto en manos de su sucesora Mary Hernández Solís quien rendirá protesta con el nuevo cabildo el 30 de septiembre.
Parece un proceso sencillo y rápido, pero en los últimos dos meses de su mandato y no omitiendo el desacato que se vivió durante su trienio por reiteradas ocasiones, tras la falta de pago de quincenas y prestaciones a sus empleados, no la ve tan fácil, le han “llovido” sendas manifestaciones, como lo que se vive ahora, en las puertas del palacio y direcciones, se encuentran decenas de asalariados exigiendo sus derechos que les otorgan las leyes laborales y no han cesado hasta que se les pague.
Todo lo que se ha visualizado y sigue aconteciendo, lo pone en jaque, estará bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y de la Auditoría Superior del Estado (Aseqro), quienes tendrán que observar con determinación el manejo de los recursos ejercidos durante su administración, además, la intervención de la Fiscalía Especializada en Combate Contra la Corrupción pues a los ojos de opinión pública existe algo “chueco” y se ha visto evidente en el mal manejo financiero.
Además, el nuevo Ayuntamiento hará lo mismo en el ejercicio de la entrega recepción (no habrá tregua), después de tomar protesta tendrá 15 días hábiles para llamar a comparecer a los funcionarios salientes y un máximo de 60 días de presentar las denuncias formales tal como lo marca la Ley, ¿no querrá asumir las problemáticas de Chak Me’ex?
Es claro que le han dado la espalda por “papá Joaquín”, provocado que deje una millonaria deuda pública reflejada en falta de pagos a proveedores, servicios, etcétera, y la omisión de sus pagos de los empleados, que si no se resuelve el problema será otro golpe para hundir a la comuna en más de laudos.
Esquivel no ha dado la cara y no lo dará, dejará la ropa sucia, ‘que lo laven los demás, porque él, no’ y se querrá lavar las manos. Lo ha dicho, no es problema de algún mandatario, sino del Ayuntamiento, en otras palabras, pasará a ser de quienes la representen.
Por su parte Mary Hernández presidente electa, con su astucia y perseverante compromiso en su joven carrera política, no creo que meta las manos al fuego por su antecesor, tendrá que resolverlo, optimizará los recursos para que alcance y logre la conformidad con los manifestantes, pero no sólo deberá quedar ahí.
¿Quién será que “pise bote”? Como se dice en la jerga del bajo mundo, pero ¿habrá quien pague por el error de Chak Me’ex?, son tres nombres que están dando vueltas en esta ruleta, Esquivel Vargas, presidente; Melchor Gomez Rivera, tesorero y Marcos Aban oficial mayor. ¿Será qué pase?, estamos al comienzo de este nuevo gobierno, nos mantendremos a las expectativas.
